Un modelo para armar
Tigre cayó en Victoria por 3 a 2 ante River. El Millonario pegó de entrda con goles de Daniel Villalba y Carlos Sánchez; antes de terminar la etapa inicial Lucas Orban descontó para el Matador, pero la visita sacó otra vez diferencia en el arranque del complemento en pies de Manuel Lanzini, Diego Ftacla puso cifras definitivas. Sobre el final Saúl Laverni no cobró un claro penal sobre Martín Galmarini.
De movida fue todo para River que antes de los 10 minutos ya había tenído varias situaciones de gol. Luego de ese tiempo, en tan solo 5, el partido estaba 2 a 0. Primero Leonardo Ponzio, de gran partido, le ganó a Diego Castaño en la mitad y manejó una contra de 5 contra 3, abrió para Daniel Villalba que le ganó a Lucas Orban, para ejecutar un remate deficiente, pero potente, que entre rebotes se filtro por las piernas de Javier García. Después Rogelio Funes Mori apareció por derecha, metió el freno y centró al segundo palo para el salto de Carlos Sánchez, mal marcado por Martín Galmarini, cabezazo al fondo de la red. Parecia que iba a ser una noche para la goleada pero Tigre descontó en, quizás, la unica pelota en la que Emmanuel Pio tuvo punteria y acertó en la entrada de Orban que con un su remate de cabeza achicó el marcador. Ahí los de Victoria durmieron la embestida de su rival, aunque sin controlar el juego.
La segunda parte tuvo un arranque parecido, mucho ritmo millonario, que deribó en el tercer gol. De derecha a izquierda vino el avance con un remate que García en una rápida salida logra desviar, pero el despeje cerca de la linea cayó en Manuel Lanzini que solo la tuvo que acomodar. Afuera Pio, Torassa y Castaño; adentro Ferriera, Ftacla y Janson. Algo cambió, al menos en el orden y llegó el descuento, a Marcelo Barovero (que un minuto antes sacó un cabezazo en la línea) salió a cortar un centro, se le escapó la pelota que cayó en pies de Diego Ftacla y acomodarla junto a un palo. El Matador siguió sin el control real del juego, pero arremetiendo contra el conunto de Núñez y tuvo su chances cuando una pelota cruzada fue un pase perfecto para Galmarini derrivado desde atras, penal que Laverni prefirió ignorar.
Se cerró el partido, como costado positivo Tigre tuvo actitud para seguir buscando a pesar de perderlo desde el arranque de cada etapa y tuvo gol. Lo negativo fue mucho; una defensa floja ante un medio campo que no supo controlar al rival, volantes que no rindieron ni hacia atras ni hacia adelante y un juego ofensivo con poca profundidad. Hay que arrancar despiertos, por esto los del Vasco ya pasaron y parecen caer en los mismos errores, justo en el sector de la cancha donde la línea no cambió de nombres.
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