Se veía venir
En un partido parejo pero con una mayor solidéz en el juego por parte de la visita Tigre cayó ante Vélez por 1 a 0 en Victoria. La falta de respuesta en lo futbolístico en un equipo que amucula 12 partidos sin triunfos fueron motivos más que suficientes para que el Vasco Rodolfo Arruabarrena de un paso al costado.
El Matador nunca supo romper el esquima velezano, los hombres de ataque se fueron presentando de uno en uno, nunca en sintonía. En principio fue Ezequiel Maggiolo, que cuando se conectó Silvio González se perdió, lo mismo el Pulpo con la apareción en el juego de Matías Pérez García, que barullero pero con vertigó dejó una mejor imagen en la primera etapa. Pero parte del poco peso ofensivo de los de Victoria tuvo que ver con lo hecho por el conjunto de Liners. Iván Bella se tiró hacia el lado de Ramiro Leone, Lucas Pratto encimó a Norberto Paparatto, y Ariel Cabral le cerró el camino al Pato Galmarini. Que con las subidas de Emiliano Papa, dependia de la ayuda de Gastón Díaz en función de doble volante central.
En el complemento fue todo más friccionado sin llegadas claras en ningún arco podíamos contar una de Tigre en una mala salida de Sebastián Sosa que dejó la pelota muerta y en ese rebote Diego Ferreira remató y Fernando Tobio la sacó cerca de la Línea. La respuesta fue con contra de Federico Insúa donde Javier García aguantó hasta donde pudo y con los pies despejó, acto seguido el remate de Bella buscó ángulo y se fue por poco. Promediando la etapa los de Ricardo Gareca se quedaron con uno menos por la expulsión de Francisco Cerro, el Matador se desordenó más mientras que los del Fortín se agrandaron. Pratto probó de afuera y reventó el travesaño, un despeje de Leone le dejó la pelota al recién ingresado Agustín Allione y su tiro se fue cerca. Vélez crecía y tuvo su premio, quizás mucho, Cabral al borde del área enganchó hacia adentro, remató de zurda y un desvío en el Pato hizo que la pelota cambiase su recorrido hacia el palo opuesto y venciera la portería a falta de 7 minutos para el final. El Final de un partido y de un ciclo, el del técnico Rodolfo Arruabarrena, para algunos algo tardía, para otros una injusticia, lo cierto es que se veía venir.
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