Aquel primer paso dado hace 8 años en Saavedra comenzó a escribir estas hermosas páginas, las más gloriosas en la vida de todo un pueblo. Desde aquel primer gol convertido por Carlos el Chino Luna a este de Mariano Echeverría pasaron; el Bicampeonato de la B Metropolitana, la vuelta a Primera derrotando a tres clásicos rivales, tres subcampeonatos que incluyeron una definción contra Boca y San Lorenzo en un triangular, el debút por una Copa en 2009, el primer encuentro en otro país hace unos meses, la clasificación a la Próxima Libertadores y ahora esta nueva página en la historia dulce. La Final de la Copa Sudamericana 2012, nada más y nada menos que ante San Pablo, primero en Buenos Aires, después en el Morumbí.
Práctico e inteligente, pero con la garra y el empuje necesario, como si adentro de cada jugador estuviesen todos los hinchas de Tigre. Así lo jugó el Matador y supo como asestar el zarpazo justo, medido, preciso en la punta del botín de Echeverría cuando Maggiolo la bajó en el área y como el rugido de toda una manada el grito de gol hizo temblar a todo el Campín, hizo que se sacudan las paredes a kilometros del epicentro, toda la Zona Norte, una sola garganta una sola voz, un mismo sentimiento. Y luego le tocó sufrir, pero esta gente que tantas veces tuvo que sufir en el barro y en el olvido está curtida, el gol de Perlaza solo los hizo más fuertes. Llegó el final, el momento único, el instante preciso donde un sueño se hace realidad. Tigre a la final.
Es un muy buen relato primoman Diegox.
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