domingo, 15 de abril de 2012

Tigre 2 vs Boca 1 - Tigre mostró coraje y se comió al Xeneize

Tigre mostró coraje y se comió al Xeneize

Tigre derrotó a Boca por 2 a 1 con goles de Diego Morales y Rolando Schiavi en contra, empató transitoriamente Juan Manuel Insuaurralde. El Matador se puso a centésimos de alcanzar la promoción y se ilusiona.


En un partido de tramite parejo, los dirigidos por Roolfo Arruabarrena supieron neutralizar el juego de su rival, obligando a los de Julio Falcioni a recurrir al pelotazo para intentar generar peligro. Sin embargo la primera clara la tuvo la visita con un cabezazo de Dario Cvitanich que si bien lo controlaba Javier García dio en el travesaño. Cuando los nervios se notaban en el local Diego Castaño la tocó para Carlos Luna, el Chino metió diagonal hacia afuera y hacia adentro para ser derribado antes de alcanzar el área. Iban 27 minutos de juego y el ejecutor fue Diego Morales. Tras el pitazo del árbitro la derecha de Cachete impactó el balón que con total precisión se colocó en el segundo palo, cerca del ángulo, de Agustín Orión que se movió hacia el otro lado. La etapa continuó sin más que un tiro mordido de Santiago Silva que atrapó sin problemas García.

En la segunda etapa el conjunto de la Rivera intentó meter a los de Victoria en su propio campo, cosa que logró mediante centros, y así llegó la igualdad. Corner desde el ataque izquierdo, la pelota quedó boyando y Juan Manuel Insaurralde la pescó para clavarla arriba en lo alto. Uno a uno, en el momento en que el Vasco habia parados dos líneas de cuatro, con Gastón Díaz por Ezequiel Maggiolo y Matías Escobar por Román Martínez. Parecía que la historia se daba vuelta pero una falta torpe de Franco Sosa (entró por Facundo Roncaglia) sobre el Chino Luna le dio otra pelota parada al Matador en los pies del ingresado Gastón Díaz. El Gula centró y Rolando Schiavi, más preocupado por comerle falta a Mariano Echeverría, impactó el esferico y marcó en su propia meta. Felicidad y locura que se reflejó en todo el estadio, desde sus tribunas hasta el banco de los suplentes. Pero a Tigre le gusta sufir y por eso antes del cierre necesitó de Echeverría para sacar una pelota en la línea del arco. De esa jugada una contra casi le da otro tanto al local pero Leandro Díaz definió mal ante la salida de Orión. Ahí vino el pitazo final, casi como apiadandose de terrible despilfarro.

Tigre cambió la actitud, entendió como tenía que jugar de aquí en más, por cada jugador de azul y amarillo, tres casacas blancas aparecian en la marca, sacrificio y entrega fueron la marca registrada en la noche de Victoria. Se vienen tres cruces vitales, de local ante Olimpo (el viernes) y ante Unión y en el medio viajar a Córdoba para enfrentar a Belgrano y de mantener buena parte de lo hecho ante Boca, se puede volver a ilusionar.

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