Un buen Tigre
Como la semana anterior el que comandó las acciones del juego fue Tigre, por eso no sorprendió a nadie que se quede con el partido ante San Martín de San Juan. Fue 3 a 1 con goles de Diego Castaño, Carlos Luna y Matías Escobar; descontó para la visita Gastón Caprari tras un discutido penal sancionado por Patricio Loustau.
Es el camino y el plantel lo sabe, lo siente pegado en la piel, en cada roce, en cada pelota que se disputa botín a botín ante el adversario; son 90 minutos que parecen una final. Es que cada punto que se suma en Victoria tienen sabor a hazaña, saben a esperanza. Los de Rodolfo Arruabarrena aprendieron el libreto y salieron una vez más a comerse al rival y con tan solo un minuto de juego le dijo Adiós a la racha de 580 minutos que poseía el Arquero Luciano Pocrnjic . Desde allí construyó el triunfo, con Ramiro Leone yendo y viniendo, con Martín Galmarini inquitando a Emmanuel Mas y la rapidez de Diego Morales para llevarse lejos la pelota.Sin embargo el Matador tuvo que esperar a que promedie la segunda mitad para liquidarlo, es que Pocrnijic se lo tapó tres veces al Chino Luna y en otra le puso el pecho a un bombazo de Leandro Díaz. Hasta que llegaron las cabezas. Primero la del Chino que luego de un centro que cabeceó Diego Castaño en el segundo palo, logro darle combeado para superar la resistencia del uno sanjuanino, cosa que más tarde hizo Matías Escobar luego e un corner ejecutado por Chachete Morales. Luego la incidendia de un referia que complicó una jornada tranquila, segunda amarilla y expulsión a Castaño y más tarde un penal inexistente de Carlos Castiglione (que fue amonestado y llegó a la quinta) sobre Gastón Caprari (que de un codazo le partió un diente al defensor local). Penal que el propio Caprari cambió por gol rematando al medio de un arquero que fue sobre su derecha.
Con tranquilidad, más allá del gol del descuento y las suspensiones, Tigre sabe que este es el camino, el de la entrega, el de sentir que cada pelota es la ultima, porque como dijo el Vasco Arruabarrena, lo importante no es como se empieza sino como se termina.
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